El viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, hizo conocer la posición en una entrevista con la red RTP luego que la semana pasada la administración central tomara la decisión de sacar a menores que viven con sus padres en la cárcel como consecuencia de un hecho de violencia sexual en el penal de Palmasola, Santa Cruz, contra una menor.

Por el momento no hay una fecha límite para cumplir con esa decisión, pero ya se trabaja en todo lo concerniente a coordinación con Gobernaciones y Alcaldías para cumplir con esa decisión y precautelar la seguridad de los menores. “No tenemos todavía una fecha, esperamos que no sea realmente traumático, es decir, que tengamos que entrar y por la fuerza sacarlos”, sostuvo.

Las estadísticas muestran que el número de menores en cárceles bajó, ya que en 2013 se tenía a 1.218 y este año a solo 615. De ese total, el mayor número, 420, están en La Paz; 99 en Santa Cruz y 55 en Cochabamba.

El inciso c) del artículo 106 del Código Niña Niño Adolescente permite que los niños de hasta seis años puedan vivir con sus madres en un penal, pero más allá de esa edad no. Además prohíbe la presencia de menores en el penal de varones, situación que no ocurre por ejemplo en la cárcel de San Pedro, en la ciudad de La Paz.

Quiroga explicó que la prohibición de menores en cárceles empezó en Palmasola, Santa Cruz, y será aplicada de forma progresiva en el resto de Bolivia previa coordinación entre las instancias inmersas en la problemática como Gobernación, Alcaldía y Régimen Penitenciario para evitar un proceso traumático y garantizar a los menores condiciones necesarias.

“No solo es sacarlos, estamos muy al pendiente de lo que significa el estado integral de los niños”, aseguró y precisó que en una primera etapa serán reubicados en hogares de acogida para que luego sean entregados en lo posible a un familiar.

En cada centro penitenciario será habilitado un espacio especial para visitas programadas de menores a sus padres con la finalidad de garantizar se mantenga el vínculo familiar.